Sánchez señala a la financiación de algunos medios y abre la puerta a rebajar las mayorías para nombrar al CGPJ
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha concedido este lunes por la noche su primera entrevista, a Radio Televisión Española (RTVE), después de su anunció de que no dimitirá. En ella ha relatado que su mujer, Begoña Gómez, fue la primera que le pidió que no dimitiera, dado que además, ha explicado en la radio televisión pública, ni siquiera conocía la carta que él mismo publicó en sus redes sociales la semana pasada. Después de un día en el que sus socios, empezando por el de coalición, Sumar, le han pedido pasar de las palabras a los hechos en su pretendedido plan de «regeneración democrática» para España, Sánchez ha abierto el camino a actuar contra determinados medios -fundamentalmente digitales según ha expresado- a cuya financiación ha señalado, apuntando a que reciben fondos de gobiernos autonómicos y locales, «y también de empresas», ha afirmado sin citar ninguno en concreto. Además, y tras reclamar de nuevo al Partido Popular (PP) que acuerde renovar a los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se ha abierto a la idea de sus socios de rebajar la mayorías para poder acometer esa renovación sin el primer partido de la oposición. «Exploremos las soluciones», ha aseverado al respecto. Sobre su periodo de cinco días de reflexión, Sánchez ha admitido que «indirectamente» buscaba la reacción de la ciudadanía, «si de verdad compartían conmigo la necesidad de poner fin a esta deriva y hacer algo para revertirlo». Igualmente, ha afirmado que el momento culminante para tomar su decisión final fue «la madrugada del sábado», después de la movilización en la calle Ferraz, durante la celebración del Comité Federal del PSOE. Según la propia delegación del Gobierno, en las inmediaciones de la sede socialista se congregaron 12.500 personas, muchas de ellas militantes del partido llegadas en los autobuses fletados por las distintas federaciones del mismo en toda España. Ha relatado además que «necesitaba reflexionar en la intimidad», sobre las cuestiones que él mismo planteó en su misiva. Sobre el futuro de la admisión a trámite de una denuncia contra su mujer del polémico sindicato Manos Limpias, cuyo carácter ultraderechista ha recordado, ha mostrado su confianza en que «se archive». Y ha dado por seguro que tanto Begoña Gómez como él mismo tendrán que declarar en la comisión de investigación abierta en el Senado. En todo momento ha dicho que otros políticos, sindicalistas o artistas, e incluso periodistas, han sido víctimas de los bulos y de la desinformación, entre los que ha citado a la exvicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o la que fue su vicepresidenta primera y hoy presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo. Sánchez ha dicho como principal autocrítica que no se ha tomado en serio lo que considera una amenaza para la democracia en España y en todo el mundo. Y también, ha señalado, para los propios medios de comunicación. «Hay medios conservadores que también son víctimas de bulos», ha enfatizado Sánchez, quien ha eludido las preguntas de la presentadora de la segunda edición del Telediario sobre el bulo contra la mujer de Alberto Núñez Feijóo difundido por un periódico digital de izquierdas (que luego rectificó) y amplificando en el Congreso de los Diputados por su viepresidente, María Jesús Montero. EN AMPLIACIÓN