El juez archiva la causa de la extrema derecha contra seis docentes valencianos por un mural de Fermin Muguruza
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Gandia ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa en la que figuraban como investigados seis docentes de un instituto de Bellreguard denunciados por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo, con penas de uno a tres años de prisión, por un mural del artista vasco Fermin Muguruza.
El auto del juez afirma que, tras la declaración del equipo directivo del centro, “no se desprende indicio alguno de que se haya cometido un delito de enaltecimiento del terrorismo”. La resolución recuerda que Fermin Muguruza “no ha sido nunca condenado por ningún delito de terrorismo o enaltecimiento del terrorismo”. Además, en el mural tampoco aparece “ningún contenido o imagen relacionado con la banda terrorista ETA o con actuaciones relacionadas con el terrorismo”.
En definitiva, agrega el juez, “no existe indicio alguno de que los querellados hayan cometido delito alguno relacionado con el enaltecimiento del terrorismo, no siendo razonable mantener abiertas las diligencias penales por más tiempo dada la perturbación que ello pudiera suponer para los investigados”.
La causa fue impulsada por la asociación 'Educadores contra el Adoctrinamiento', de la órbita de Vox, y los miembros del equipo directivo del instituto Joan Fuster de Bellreguard declararon en condición de investigados el pasado 26 de marzo. Se trata de la presidenta del equipo directivo, el vicediretcor, el secretario, la vicesecretaria y dos jefes de estudio del centro docente de la comarca de La Safor.
El centro docente autorizó la colocación de un mural, obra del artista Toni Espinar, dedicado al músico Fermin Muguruza, con ocasión de la presentación en Bellreguard de su película Black is Beltza 2. La querella de la entidad afirmaba que Muguruza “impartió una charla a todos los alumnos del centro (sin permiso ni conocimiento de sus familias) en la que se trató de ensalzar la 'lucha armada' de unos meros cobardes asesinos, así como de adoctrinar e identificar los viles asesinatos de ETA con una supuesta lucha por algún derecho y/o libertad individual”.
Sin embargo, el equipo directivo negaba que se hubiera producido ni siquiera un acto en sí (Muguruza sólo asistió al instituto para ver el mural y dijo unas palabras sobre la importancia de hablar diferentes lenguas). El auto del juez concluye, por su parte, que no hay “indicio alguno” del supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo.