Casas viejas
¡Que yo quiero vivir en una casa vieja, de techos altos y futuro incierto! De esas que están a merced siempre de las primas de riesgo y del futuro. De esas que pasan la noche intranquilas pensando que será de ellas cuando se mueran sus viejos habitantes y haya que ponerles a todas rampas reglamentarias. Casas que acaban sucumbiendo al impuesto de sucesiones más que al tiempo. Pisos de esos que ya no quedan. Desde aquí alcanzo a ver tres edificios de los que escribo, con sus balcones con mas molduras que geranios. Читать дальше...