Mover las losas
Recuerdo la muerte de Franco como algo grave que se palpaba en el ambiente, pero también como algo festivo. Todo lo festivo, inocente y carente de ideología que puede ser que a una niña de seis años la manden del colegio a casa durante tres días. Mis padres y abuelos forman parte de esa inmensa y generosa nómina de españoles que decidieron sepultar bajo la losa del Valle de los Caídos el miedo, el pasado, la guerra y sus secuelas. De sus atrocidades a uno y otro lado de la contienda, con el tiempo... Читать дальше...