Una soltera pone en evidencia a su cita de 'First Dates' en el momento menos pensado: «¿Te intimido?»
Roberto (46) considera que su profesión está muy de moda hoy en día, pero al mismo tiempo sabía que le daría puntos a ojos de su cita en 'First Dates '. El soltero es cocinero, tiene un restaurante vegano en Bilbao, y acudió al restaurante de citas de Cuatro este viernes 19 de enero buscando una persona tan activa como él y con ganas de divertirse. Y la encontró. Su cita, Fátima (38), quería volver «a sentir cosillas» después de tres años de soltería. Ambos experimentaron una indudable atracción a primera vista, protagonizando una velada de lo más romántica. Noticia Relacionada estandar No Una soltera de 94 años se lleva sus segundas calabazas en 'First Dates': «No me vale una mujer que no sepa hacer el amor» María Robert Tras probar suerte en 2019, Isabel repitió en el programa de citas de Cuatro para encontrar el amor. Sin embargo, en su encuentro con Miguel tampoco tuvo suerte «Creo en las décimas de segundo. Y sí, según la he visto, me ha gustado. Es una chica muy guapa», confesó Roberto nada más conocerla. A ella también le encantó de pies a cabeza, «la barba, el estilo, su mirada, la sonrisa…», enumeró. No en balde, había pedido un hombre como los personajes de la serie 'Vikingos' y el programa se lo concedió. Roberto y Fátima sienten un flechazo Roberto y Fátima no pudieron disimular lo contentos que estaban de haberse conocido. Uno de los deseos del bilbaíno es verse de mayor con su mujer, «los dos arrugaditos y que me meta la lengua para darme un muerdo como si tuviera 20 años». Tal y como transcurrió la velada, esa mujer podría llegar a ser Fátima tranquilamente. Por lo menos Roberto se imaginó compartiendo veladas nocturnas con ella en la playa, «los dos abrazados, bajo la luna, y desnudos como en una película romántica». La cita de Roberto y Fátima terminó con un 'sí' por ambas partes y una segunda cita planeada Cuatro Tampoco faltaron los piropos ni las confesiones. Roberto llegó a admitir lo mucho que le había gustado desde el principio. Eso sí, no sin cierta timidez, algo que ella notó y señaló. «¿Te intimido un poco? Como miras para abajo…», expuso, sacándole los colores. Me ha ruborizado cuando me ha dicho guapa. Pero sobre todo, me ha gustado cuando ha agachado la mirada, porque le ha dado vergüenza. Los más de 900 kilómetros que separan Bilbao de Almería la pareja los convirtieron en una parpadeo. Todo por las ganas que mostraron de querer estar juntos.