El Mónaco le baja los humos al Real Madrid
PESTAÑA monaco-madrid-j22-euroliga-23/24 Crónica 4 Acostumbrado el Real Madrid a ser una apisonadora, en su visita a Mónaco fue la víctima de una dura derrota . Tras semanas de récords, espectáculo y un hambre de ganar que parecía infinita, los blancos vieron la otra cara de la moneda. Fueron arrasados en todas y cada una de las facetas del duelo, a merced de la maravillosa dirección de juego de Mike James que, de manera muy inteligente, decidió suministrar a sus compañeros en vez de ser él el protagonista de la anotación. La defensa de los chicos de Chus Mateo fue de las más flojas de la temporada e incluso se les puede achacar que bajaran los brazos demasiado pronto. Pero tampoco se les puede culpar en su totalidad, porque la actuación del Mónaco fue casi perfecta, un equipo musculoso que alcanzó su plenitud ante los madridistas. La tercera derrota de la temporada en Euroliga fue una realidad incontestable. Fenomenal fue el inicio del Mónaco, un conjunto muy físico que no dudó a la hora de subir líneas en defensa. Todo el mundo en la Euroliga es consciente de que el Madrid está lleno de magos y, si se les deja pensar, las calamidades son inevitables. Diallo llevaba al límite a Campazzo, Ouattara se mostraba muy preciso desde la línea de tres y Jaiteh aprovechaba la baja de Tavares para imponerse bajo los tableros. Fórmula a la que aún le faltaba por añadir la brutalidad de Mike James , mejor anotador de la competición. La reacción blanca, como es costumbre en este 2024, tuvo acento bosnio. Musa , con un dos más uno y un lejano triple, puso de nuevo en órbita a los pupilos de Chus Mateo, que sin embargo eran presos de sus propias imprecisiones a la hora de intentar un abordaje en el marcador. Además, Poirier estaba muy solo en el juego interior, enterrado por la altura y anchura de los monegascos. El panorama no era ni mucho menos esperanzador. Y, en el horizonte, apareció el Chacho con una clase magistral. Ocho puntos consecutivos, dos triples incluidos, un balón recuperado y una mirada desafiante a Diallo fueron sus cartas de presentación ante el público del Principado, que conoció de primera mano el fuego canario. Una grandísima actuación ante la que el Mónaco ni se inmutó. Como un témpano, el conjunto local no dio opción al Madrid y, gracias a las canastas de Jordan Loyd , a las asistencias de James y a la floja defensa rival, llegó al descanso con una ventaja de 16 puntos. Noticia Relacionada Baloncesto estandar No Sorteo de la Copa del Rey: Madrid y Barça, ante equipos que ya saben lo que es ganarles ABC Blancos y azulgranas avanzan por lados distintos del cuadro. Los de Chus Mateo, como mejor equipo de la primera mitad de la liga, tendrán la ventaja de jugar el jueves Mateo intentó manipular el partido con una zona, pero el Madrid perdía otra batalla, de las más importantes en el baloncesto, la del rebote. Si el Madrid pensaba ejecutar una remontada debían cambiar muchas cosas, pues el repaso era escandaloso por momentos. James no tenía pareja de baile, destrozaba la escasa resistencia blanca en cada jugada, y los porcentajes del Mónaco era excelentes. «No vamos a ganar este partido», aseguró Mateo a sus pupilos en uno de los últimos tiempos muertos. Y así fue.