Las protestas de los agricultores franceses ponen en jaque al transporte de mercancías español y a la distribución
Las relaciones comerciales entre España y Francia se encuentran en jaque por las protestas de los agricultores franceses, que en los últimos días se están saldando con numerosos disturbios e incluso bloqueos de carreteras. Lo sufren las empresas y también los conductores que empiezan a temer ya por su integridad física ante la escalada de las movilizaciones . Para evitar males mayores, el transporte de mercancías por carreteras y la distribución piden la intervención del Gobierno español para que el Ejecutivo francés garantice la protección de los trabajadores, así como de las operaciones comerciales. La petición fue trasladada este miércoles por carta al ministro de Transportes, Óscar Puente, con la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) y la Asociación de Cargadores de España (ACE) como remitentes. Ambas patronales demandan que, a través de los canales diplomáticos correspondientes, «se inste a las autoridades francesas a adoptar las medidas efectivas pertinentes para minimizar los impactos negativos de estas movilizaciones en el transporte internacional y garantizar la seguridad de los conductores y la integridad de las operaciones comerciales». «Dada la estrecha colaboración entre Francia y España y la importancia de las relaciones bilaterales solicitamos la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para trasladar esta preocupación a su homólogo francés. Es esencial que las autoridades francesas implementen los medios de control y seguridad necesarios para garantizar que las movilizaciones sociales no afecten de manera perjudicial al flujo normal del transporte y al funcionamiento de las empresas», expresó este miércoles en un comunicado el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia. Las protestas comenzaron hace una semana con marchas lentas y el bloqueo de varias carreteras de la región de Toulouse, cuya circulación está interrumpida desde el pasado jueves, y se han ido extendiendo por otros puntos del país galo. El pasado lunes bloquearon la autopista A-9, al sur de Perpiñán, que se dirige a la frontera con España. A esto se ha sumado que una parte de la autopista de circunvalación de Burdeos ha sido bloqueada temporalmente por tractores, lo que ha obligado a las autoridades francesas a establecer una serie de desvíos para el tráfico rodado. Las importaciones ucranianas como factor Los agricultores franceses secundan estas movilizaciones por el aumento del costo de la energía en un contexto de inflación, la caída de ingresos, los trámites administrativos franceses vistos como pesados y las normas europeas en materia ambiental y de uso de pesticidas, informa Afp. En ese mismo reguero de motivos también ha encendido la mecha, la competencia de las importaciones ucranianas, así como los acuerdos comerciales como el negociado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Noticia Relacionada estandar Si Crece la cólera del campo francés y europeo con posible extensión a España e Italia Juan Pedro Quiñonero Macron teme que la cólera del campo francés se transforme en un nuevo de fronda nacional, semejante al Movimiento de los «chalecos amarillos», entre finales del 2018 y mediados del 2019 «Entendemos y respetamos el derecho de los ciudadanos a expresar sus opiniones y manifestarse pacíficamente. Sin embargo, la persistencia y la intensificación de los cortes de carreteras en territorio francés están teniendo un impacto significativo en el transporte y las operaciones de las empresas españolas. Esto no solo genera retrasos y pérdidas económicas, sino que también pone en riesgo la seguridad de nuestros conductores y la integridad de nuestras operaciones», señaló este miércoles la secretaria general de ACE, Nuria Lacaci, . El daño económico sufrido durante la oleada de protestas es sustancial. Francia es nuestro primer socio comercial en el mundo y es también el primer destino de las exportaciones españolas que se trasladan por carretera. En concreto, el 41,5% de las mercancías expedidas en 2021 por este medio desde España hacia el exterior terminaron en el país galo. Cada día cerca de 10.000 camiones españoles cruzan la frontera gala, según Astic.