El 'síndrome de La Habana': un arma sónica y su plausible vinculación con la unidad 29155 rusa
Dolores de cabeza, náuseas, mareos, fatiga y somnloencia. En varios casos, daños neurológicos. A finales del año 2016, funcionarios estadounidenses en Cuba reportaron extraños síntomas incapacitantes de forma repentina y todos al mismo tiempo. En aquel momento no se encontró ninguna causa aparente, pero el fenómeno era innegable. Se denominó 'síndrome de La Habana'. Después de años de incógnitas y cientos de casos después, una investigación pretende encontrar al culpable. Y no sería otro que el GRU, el servicio de inteligencia militar ruso. Una investigación publicada este lunes por 'The Insider', realizada en colaboración con '60 minues' y 'Der Spiegel', ha arrojado nuevas conclusiones sobre un extraño suceso que lleva afectando a cientos de espías y funcionarios de EE.UU. y varias decenas en Canadá. El veredicto del informe es claro: los rusos utilizan un tipo de arma de energía en forma sónica para atacar la salud de sus enemigos. Además, fecha los primeros casos registrados del 'síndrome de La Habana' en 2014, cuando «un empleado del gobierno estadounidense destinado en el consulado de Frankfurt (Alemania) quedó inconsciente por algo parecido a un fuerte rayo de energía». Posteriormente a los casos de La Habana, se registraron episodios similares en diplomáticos de la ciudad de Cantón, China, y entre agentes de inteligencia que habían viajado por diferentes países, incluida Rusia. Desde entonces, se han detectado casos durante la visita de Kamala Harris al sudeste asiático, días antes de la visita de Anthony Blinken a Colombia y en agentes de la CIA de todo el mundo. 'The Insider' añade un caso más a una lista de más de 200 americanos afectados: un agente del FBI encargado de interrogar a Vitalii Kovalev, espía ruso arrestado en Florida. La unidad 29155, el brazo ejecutor La investigación liderada por 'The Insider', medio muy crítico con Rusia con sede en Letonia, vincula directamente este arma a la unidad secreta 29155. Entre las funciones conocidas de este grupo de inteligencia ruso estarían el asesinato en el extranjero y la desestabilización de otros países. En este periódico se ha vinculado al grupo con el envío de cartas bomba al presidente del Gobierno y «otros destacados objetivos», el uso de la desinformación y espías para facilitar el 1-O , el envenenamiento del espía ruso, Sergei Skripal y su hija y una operación fallida para facilitar un golpe militar en Montenegro, entre otros muchos sucesos. Esta investigación ubica a miembros del 29155 en el mismo lugar donde ocurrieron varios de estos incidentes de ataque neurológico. Pero va un paso más allá y asegura que varios de sus componenetes de más alto rango recibieron premio y ascensos relacionados con el desarrollo de «armas acústicas no letales». Rusia, por su parte, ha negado cualquier tipo de implicación. El Gobierno de EE.UU. se ha resistido durante muchos años a reconocer el origen de los casos en algún tipo de ataque extranjero, a pesar de que en 2018 sus servicios de inteligencia apuntaron a Rusia como principal sospechoso. La Academia Nacional de Ciencias del país publicó en 2020 las conclusiones de un análisis que señalaba un «pulso» de radiofrecuencias «dirigido» como causa de estos síntomas, aunque no descartaba la influencia de «factores psicológicos y sociales». Según la Academia, las víctimas pudieron estar experimentando una condición llamada «mareo persistente postural-perceptual» , un trastorno del sistema nervioso que produce una sensación prolongada de vértigo o inestabilidad. A pesar de la falta de una causa oficial, el Congreso de Estados Unidos aprobó en 2021 la Ley de La Habana que autoriza al Departamento de Estado, la CIA y otras agencias gubernamentales de Estados Unidos a proporcionar pagos al personal y a sus familias que hayan sido afectados por la dolencia durante su asignación. Y la administración Biden se ha comprometido en público a revisar este tipo de incidentes para establecer una posible causa. En 2021, el director de la CIA, William Joseph Burns, advirtió al Gobierno de Putin de tomar represalias si se comprueba que Rusia está detrás de estos ataques.