El BNG desdeña el pacto por el gallego de la Xunta y el PSOE apremia al PP a 'mojarse' en el Senado
Extramuros del Parlamento, la oferta de la Xunta para fraguar un nuevo pacto por el gallego no ha encontrado precisamente a una oposición demasiado receptiva, sino más bien todo lo contrario. Este viernes la izquierda aprovechó el Día das Letras Galegas para, en mayor o menor medida, poner en solfa la voluntad del ejecutivo autonómico, plasmada el pasado martes en la mano tendida del nuevo conselleiro de Cultura, Linga e Xuventude, José López Campos. El BNG reclamó una enmienda a la totalidad como paso previo; desde Sumar -que técnicamente no son oposición- se mostraron «escépticos»; y el PSdeG obvió la propuesta. El Bloque no va a dejar de defender su parcela con uñas y dientes, los mismos que enseñó Ana Pontón desde Santiago. La líder nacionalista replicó que «lo primero» que ha de hacer el PP es «dar marcha atrás en todas las políticas» aplicadas estos 15 años «en contra de la lengua gallega». Y, más en concreto, «empezar por derogar el decreto de la vergüenza», como siempre se refieren los frentistas a la norma de 2010, con Alberto Núñez Feijóo como presidente. Que, apostilló Pontón, hace del gallego «una lengua de segunda». A partir de ahí, cumplir tanto la ley de normalización lingüística como el plan general aprobado hace 20 años. En síntesis, «dejar atrás la política de imposiciones», dijo tras imponer estos requisitos a Rueda. La portavoz del Bloque advirtió al presidente de la Xunta de que, de lo contrario, sus palabras y las de su conselleiro «no son más que declaraciones vacías de contenido, para intentar tapar las vergüenzas del PP». Desde la manifestación convocada por la plataforma Queremos Galego, bajo el lema 'Galego vivo, Galicia viva', Pontón se despachó extensamente contra los gobiernos gallegos del PP, para reclamar un «cambio de rumbo» y, sobre todo, lanzar acusaciones de sobra conocidas. Como que llevan tres lustros «trabajando en contra» del gallego o que está situado en la «ilegalidad lingüística»; que sus políticas únicamente logran un «efecto desgalleguizador», con el efecto de que «avanza el monolongüismo en casatellano», sin que mejoren las capacidades en inglés, aseguró. Tibio Besteiro El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, que acudió al acto de La Coruña encabezado por Rueda y la alcaldesa Inés Rey, se mostró mucho más comedido. Lamentó una «decadencia» del gallego por «falta de uso», e insistió en que su partido quiere que se hable también en el Senado y en Europa, como ya impulsaron en el Congreso. Fue más incisivo, desde la manifestación compostelana, el candidato de su formación al Parlamento Europeo, Nicolás González Casares, al reclamar al PP que vuelva al «consenso de la defensa» del idioma tras dejarlo -afirmó- «en franco retroceso». Al hilo, instó a los populares a sumarse a esa defensa apoyando que se convierta en lengua cooficial en la UE, a través de su reconocimiento en Parlamento y Comisión Europeos. Según avanzó, forzarán al PP a 'mojarse' con una iniciativa en el Parlamento autonómico. Un ex del PSOE ahora en Sumar, Juan Villoslada, afirmó que en la coalición son «escépticos» porque «van muchos años del PP haciendo una política lingüística de poca relevancia» y «el gallego no para de perder hablantes». La oferta de pacto debe cambiar el «rumbo», remachó.