En busca del míster perdido
¿Necesita el Madrid un cambio de entrenador? Candidatos hay y son del gusto de la afición, pero Zidane aún tiene por delante una lista de tareas a tiempo de cumplir para seguir al frente
Que los resultados deportivos del equipo durante este principio de temporada han sido malos no se le escapa a nadie. Zidane va a comerse el turrón, y no descarto que acabe la temporada si las cosas van solo mal y no pasan de ahí durante el resto del año. Pero, sea como sea, parece cantado que la continuidad de galo en el banquillo no se alargará mucho en el tiempo si las cosas no cambian drásticamente, y ahora mismo hay pocos jugadores que lo puedan conseguir, ya que el revulsivo no llegará de lo conocido en la dirección desde el banquillo.
Con ese panorama muchos ya estarán pensando en quién podría ser el nuevo entrenador del Real Madrid a corto y medio plazo y no faltan candidatos. Ya lejana la última flema mediática de la vuelta de Mourinho, solución que volverán a abanderar algunos cuando las cosas se pongan peor, yo me jugaría el bono de Codere a que Florentino apostará por alguien joven, de la casa y con la ilusión de hacer despertar a este grupo de chavales. Alguien que traiga savia nueva, otra mentalidad, nuevos conceptos… Y que sepa unir en torno a su figura a todo el madridismo, convulso ante los vaivenes del equipo.
Pareciera que es la definición perfecta de Raul, al que con buen criterio y ojo previsor se ha puesto al frente del filial. Podría ser la persona perfecta para el puesto aun cuando su experiencia en la dirección de equipos de este nivel es mínima. Guti podría ser otro de los entrenadores soñados por la grada, este más versado en vestuarios profesionalizados tras su paso por Turquía y su estrenada incorporación como técnico del Almería, que seguro no sería ningún inconveniente si fuera necesaria su presencia en la zona noble de Chamartín. Ambos nombres han sonado en el pasado más reciente como recambio, pero sólo ahora su sombra parece acercarse lo suficiente a los deseos de míster ACS.
¿Estoy invitando a Zidane a marcharse? No, sería imposible dejar salir así a la figura reciente del madridismo más determinante, pero él mismo sabe que siempre se puede dar el paso a un lado. Ya lo hizo en su anterior etapa como entrenador, y estoy convencido de que lo haría con gusto si eso supone que el equipo mejore a nivel deportivo, y más si cabe si fueran Raúl o Guti sus sucesores en el cargo. Pero de momento lo que toca es trabajar y sacar partido al grupo de futbolistas que tiene delante. Hacer despegar de forma definitiva a Hazard, pulir a Rodrigo o evitar la depresión futbolística de Vinícius son solo algunos de los retos que tiene por delante para revertir la situación, acabar la temporada de forma digna compitiendo con los mejores como siempre ha hecho este club y dar un poco de oxígeno a unos relevos evidentes pero aun verdes y algo inmaduros para lo que se les vendría encima.