Nadal gana a Bergs y avanza en Roma con buenas noticias
El español se impuso en un encuentro muy exigente en lo físico y en lo tenístico, por 4-6, 6-3 y 6-4. Su físico aguantó bien 2 horas y 54 minutos
"No ha sido mi mejor partido, he entrenado a más nivel, pero he encontrado la manera de ganar", decía Rafa Nadal nada más superar a Zizou Bergs en su estreno en el Masters 1.000 de Roma con una remontada: 4-6, 6-3 y 6-4. Se exige el tenista español un poco más porque seguramente vaya a necesitarlo para la siguiente ronda contra el nueve del mundo, el polaco Hubert Hurkacz, uno de los mejores sacadores del circuito; pero lo cierto es que el estreno del manacorense dejó un puñado de buenas noticias y un rato de un buen Nadal. El problema fueron quizá los altibajos, pero es que como él mismo reconoce, ahora es un tenista más imprevisible en ese sentido, cuando siempre ha sido una apuesta segura. Es lo que hace la confianza que está tratando de recuperar, y que volverá si el resto de piezas encajan.
Liberado con la derecha
Nadal en estos momentos, tras dos años en los que apenas ha podido competir (problemas por su lesión crónica en el pie, rotura abdominal, el psoas ilíaco que le tuvo casi un año sin jugar torneos y algo más que parece que se guarda, por lo que se desprende de sus palabras), va con mucho cuidado en todo. Casi todos sus movimientos son casi medidos por temor a que intentar correr le haga tener que dar dos pasos atrás que, a estas alturas, serían poner el punto y final definitivo a su exitosa carrera. Por eso verle pegar la derecha con todo y sin miedo en su encuentro contra Bergs es ya un motivo de ilusión para él y de preocupación para los rivales, porque saben el daño que hace ese golpe mítico, al venir la pelota profunda y rodando y dispararse después de botar, aparte de subir muy alto. Literalmente, te come. Lo sintió el belga Zizou (sí, se llama así por Zinedine Zidane) por momentos, aunque hizo un partido muy meritorio. Ese Rafa más liberado mandó de salida y se puso 3-1 tras conseguir un break rápido, que no pudo mantener. Su oponente es el 108 del mundo y se mueve más por el circuito Challenger, pero los saques a 210 o 215 por hora duelen en cualquier lado, y él los lograba cada dos por tres, a lo que sumó una derecha valiente con la que se iba hacia delante en cuanto podía. No perdonó ni una pelota corta, las atacó todas.
Los tres sets empezaron igual, con una rotura precoz del español, la diferencia fue que en el primero Rafa se vino un poco abajo y en el resto conservó la ventaja, con mucho esfuerzo y pelea, teniendo que revolcarse literalmente por la tierra para levantarse y ganar un punto, teniendo que defender los fuertes tiros de su oponente y sabiendo ser agresivo también. Aguantó en el cuerpo a cuerpo y pudo imponer por momentos su derecha, que en las citas previas estaba más contenida, especialmente en Barcelona, pero todavía también en Madrid, donde empezó a soltarse un poco.
La otra buena noticia para el balear es que el partido fue intenso y largo, dos horas y 54 minutos, y su físico lo aguantó sin resentirse en apariencia. Estará pendiente de cómo se levanta al día siguiente. Todavía no se fía de sí mismo, pero va por buen camino.
Así hemos vivido minuto a minuto el triunfo de Rafa: