Por qué el zumo de granada puede funcionar casi como un medicamento

En la mitología griega, Hades, dios del inframundo, utilizó los granos de una granada para engañar a Perséfone y hacerla volver a su lado durante unos meses al año. La granada simbolizaba la fertilidad en la antigua Grecia y Roma, y su zumo era un remedio contra la infertilidad. 

Como suele ocurrir, los antiguos no iban tan desencaminados. Entre los posibles beneficios del zumo de granada se encuentran su poder antioxidante, que puede ayudar a prevenir el cáncer y otras enfermedades, su alto contenido en vitamina C y la capacidad para mejorar el sistema inmunitario y la resistencia a la insulina.

Estos beneficios están respaldados por multitud de estudios que han empleado el zumo de granada o su extracto con pacientes de todo tipo. Como cualquier otro zumo de fruta, el zumo de granada tiene un alto contenido en azúcar. Sin embargo, en un estudio con personas diabéticas en Israel, tomar el zumo de granada a diario no empeoró sus niveles de glucosa en sangre, y al contrario, mejoraron sus análisis. ¿Qué estaba ocurriendo? 

La posible explicación es que las virtudes del zumo de granada como antioxidante compensan con creces el posible daño producido por el azúcar. En otro experimento se vio que el zumo de granada protegía al óxido nítrico (NO) de la oxidación, y además potenciaba los efectos positivos de esta molécula, necesaria para el correcto funcionamiento de todo el organismo, desde el cerebro hasta el sistema inmunitario.

Estos son los efectos beneficiosos del zumo de granada más estudiados hasta la fecha: 

La granada es rica en polifenoles, que son potentes antioxidantes, especialmente el elagitanino y otros taninos. Estos antioxidantes pueden ayudar a reducir los niveles en el organismo de las especies reactivas de oxígeno (ROS), un tipo de radical libre. El cuerpo produce ROS durante el metabolismo normal, pero si no se mantienen bajo control, o si aumentan por la exposición a toxinas, como el tabaco, los ROS causan daños a las células, algo que se llama estrés oxidativo. Precisamente el estrés oxidativo está detrás de las enfermedades metabólicas, como la diabetes, el cáncer y y las enfermedades cardiovasculares, así que los antioxidantes del zumo de granada pueden ayudar a evitarlo. 

Además de las propiedades antioxidantes, el zumo de granada es una fuente de micronutrientes, cuya deficiencia hace que aumente la inflamación. Entre ellos están las vitaminas E y K y el magnesio, que ayuda a controlar la presión arterial y los niveles de glucosa.

Hay numerosos estudios que indican que la granada es uno de los remedios naturales que pueden ayudar a tratar o prevenir el cáncer de próstata, con una reducción de los niveles de antígeno específico de la próstata. La granada frena la progresión de los tumores y contribuye a evitar la metástasis, ya que induce la apoptosis, la muerte programada de las células cancerosas. Los efectos preventivos pueden aplicarse al cáncer de mama, de pulmón y de piel.

La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación de placas de una proteína llamada beta amiloide que afecta a las células del hipocampo, donde reside la memoria. Las investigaciones con animales han comprobado que el zumo de granada previene la formación de placas amiloides y ayudan a restaurar la actividad de ciertas enzimas que previenen la enfermedad.

Los estudios indican que el zumo de granada puede beneficiar a las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y otras afecciones intestinales debido a su contenido en polifenoles, que reducen la inflamación, algo que podría aplicarse a otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.

La osteoartritis se caracteriza por el dolor de las articulaciones y la pérdida de tejido conjuntivo, como el cartílago, en un proceso inflamatorio. Se ha visto que el extracto de granada podría silenciar los genes que contribuyen a la progresión de esta enfermedad y que el zumo de granada ayuda a frenar la degeneración del cartílago, mejorando la movilidad de los pacientes. 

El zumo de granada puede ayudar a reducir la presión arterial potenciando el óxido nítrico y proteger así el corazón y las arterias. En una revisión de artículos se ha podido ver que el zumo de granada reduce el estrés oxidativo y la aterosclerosis, o formación de placas en las arterias, además de mejorar los niveles de colesterol.

Históricamente, este era el uso de la granada como medicina. Como ocurre con otras sustancias, los efectos antioxidantes están detrás de estos beneficios. El estrés oxidativo puede afectar a la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres. El zumo de granada puede aumentar la calidad y la motilidad de los espermatozoides y los niveles de testosterona. Los efectos sobre el óxido nítrico explican que también mejore la disfunción eréctil.

La regulación de la inflamación y la potenciación del óxido nítrico también explican los efectos del zumo de granada para mejorar el rendimiento durante el ejercicio físico y ayudar a la recuperación. En un estudio con ciclistas se observó que mejoraban sus tiempos y tardaban más en agotarse.

¿Qué es mejor tomar, zumo de granada o extracto? Hay que tener en cuenta que una sola granada contiene 39 gramos de azúcar. Los extractos se obtienen de la cáscara, que es donde se encuentran concentrados el 70% de los polifenoles que le dan sus propiedades, y pueden ser una opción mejor ya que prescinden del azúcar.

* Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.