La Junta de Andalucía pone en venta solares de pabellones de la Expo 92 para hacer caja
Buena parte de todos estos solares o inmuebles proceden del famoso pago a la comunidad autónoma de la llamada Deuda Histórica, el pago en especie del Estado a Andalucía en marzo de 2010. En el caso concreto de Sevilla, la mayor parte de ese abono estatal a la región se hizo con antiguos activos de la sociedad que gestionó la herencia de la Exposición Universal de 1992, Agesa, el ente del Gobierno central que poseía esos edificios, terrenos e instalaciones de la muestra universal. Éste traspasó los mismos a la Administración andaluza como parte del pago de esa deuda, y ahora ésta es la que pretende sacarles la mayor rentabilidad posible aprovechando el actual ciclo inmobiliario de repunte. Antes de que pueda concluir, claro...
De esta forma, en el listado que la Consejería de Hacienda, Industria y Energía ha hecho público hace unos días, aparecen hasta tres terrenos de la isla de la Cartuja donde se levantaban pabellones de la Expo 92, que suman entre todos casi tres millones de euros de tasación mínima (2.805.000 euros), a partir de la cual se adjudicarían. En concreto, entre esos bienes objeto de enajenación está la parcela del pabellón de Turquía, en la calle Isaac Newton, que presenta un valor de tasación de 706.4000 euros. El segundo de los terrenos es el de la parcela donde se ubicaba el pabellón de Israel, en la esquina de Jacques Costeau con el Camino de los Descubrimientos, tasado por la Administración regional en 711.632 euros como tipo mínimo de licitación al ser algo mejor su ubicación. El más valioso de los tres solares es el del antiguo pabellón de Austria en aquella muestra internacional, situado en la calle Marie Curie, mirando a la famosa Esfera Bioclimática, y que presenta una cifra de tasación mínima de 1.386.900 euros. Entre los tres terrenos, casi tres millones.
Pujas a la llana
Según destaca el pliego de condiciones, en la licitación no se aceptarán ofertas a la baja, que «se rechazarán automáticamente por la mesa». Se escogerá, abiertamente, «la mejor oferta económica», adjudicándose «mediante pujas a la llana». La idea, por tanto, parece evidente: hacer la mayor caja posible, con lo que esos tres millones son sólo un mínimo de referencia a partir del cual ingresar.
Todo ello se ha preparado para una primera tanda de enajenaciones que incluyen más de una veintena de bienes regionales. Pero el proyecto de la Junta de Andalucía contempla una segunda fase con más ventas de este tipo de bienes que ahora mismo sólo suponen una rémora en pago de impuestos a los ayuntamientos y a los que se le puede sacar un buen rendimiento de mercado a tenor de los estudios previos realizados por Patrimonio. En esa segunda tanda de ventas, probablemente entrará la finca que ocupaba el
pabellón de Japón en la Expo 92, en la Isla de la Cartuja y en una ubicación mejor aún que los otros tres solares, entre las calles Américo Vespucio y Leonardo Da Vinci y junto a la clínica de Asepeyo, ya casi mirando al monasterio de Santa María de las Cuevas. Esa posición dentro de la Cartuja y las dimensiones del terreno, prácticamente del doble que cualquiera de las tres parcelas de la primera tanda, hacen que la estimación vaya a estar en torno a los tres millones de euros de mínimo para licitar, una suculenta cifra con muchas opciones de cuajar por las buenas condiciones de ese solar, que permite construir servicios o equipamientos según su calificación urbanística. Como en los otros casos. La Administración andaluza no descarta, de hecho, ampliar esta iniciativa a varios bienes más en la capital hispalense, como en otras, si los resultados de esta primera fase son positivos.
El Pabellón del Futuro sí renace
A diferencia de lo ocurrido con decenas de pabellones de la Exposición Universal de 1992 desaparecidos, uno de los referentes arquitectónicos de aquella muestra, el Pabellón del Futuro, sí va a resurgir con unos contenidos y un uso garantizados. La Junta de Andalucía, su dueña, decidió a finales de 2011 trasladar al ala norte de este singular inmueble con forma de ola el Archivo General de Andalucía. Ya se ultima el traslado, de hecho, después de una inversión de más de cinco millones de euros. Está previsto que antes de que termine el año el archivo de la comunidad autónoma esté ya funcionando. La capacidad del Pabellón del Futuro permitirá albergar con holgura las 85.000 cajas de archivos que componen su fondo propio, más las 100.000 pendientes de recepcionar que están, en estos momentos, colapsando los archivos centrales de las consejerías.