Un Alentejo de excelencia
Dos grandes Relais & Châteaux para alojarse con los más altos niveles de calidad.
Si hablamos a nivel mundial, en
el mundo de los hoteles de lujo, de “Relais & Châteaux”, sabemos que esas
dos palabras son la excelencia en la hospitalidad, en la elegancia y la
perfección en el arte de recibir.
Una asombrosa conjunción de alta
calidad, buenas dosis de sofisticación, una propuesta de cocina gourmet y una
personalidad diferenciada en cada alojamiento.
Hay, sin duda, una filosofía
propia a la hora de atender al huésped. Una especie de sello, sujeto a los más
altos estándares de calidad, con un único fin: lograr la felicidad del huésped
y del comensal durante su estancia para que disfrute de una experiencia sin
igual.
Alentejo, la mayor de las
regiones de Portugal, tiene el privilegio de contar con dos magníficos cinco
estrellas incluidos en este prestigioso y selecto grupo que consiguen hacer
realidad uno de los lemas de “Relais & Châteaux”: “promover el arte de
vivir mediante la gastronomía y una hospitalidad excepcional”.
Así pues, junto a la indiscutible
variedad de una región rica en alicientes para visitarla, junto a los
innumerables reclamos y atractivos turísticos de la más diversa índole
(históricos, urbanísticos, paisajísticos, gastronómicos, rurales, costeros, etc.),
el Alentejo puede presumir también de contar con dos alojamientos sin parangón.
Dos grandes incluidos en el “mundo Relais & Châteaux” que convierten
el paso, cada uno en su estilo, por esas habitaciones en una experiencia
memorable e irrepetible.
Me estoy refiriendo a Herdade da Malhadinha Nova Country House & Spa (en
Albernoa, cerca de Beja) y a L'and
Vineyards (en Montemor-o–Novo)
Herdade da Malhadinha Nova
Rodeado de naturaleza,
envueltos por “montados” y viñedos al sur del Alentejo, descubrimos un paraíso
en el interior de Portugal en el que centenares de hectáreas (con viñas,
olivos, dehesas, estanques, caballos, ovejas, vacas alentejanas, cerdos
ibéricos, ….) envuelven al huésped en un ambiente de lujo, en un proyecto
consagrado a la sostenibilidad, en medio del campo.
Amplísimas habitaciones
(en todas sus posibilidades de “quartos”, suites y villas), un desayuno de los
que no se olvidan por mucho tiempo, magníficos amenities, varias piscinas, zona
para spa y relación, una prestigiosa y reconocida bodega o una bonita sala de
catas son sólo algunas de las posibilidades que ofrece Herdade da Malhadinha
Nova (www.malhadinhanova.pt)
.
La apuesta culinaria es de
primer orden y está abanderada por su magnífico restaurante galardonado con una
estrella Michelin verde. Asesorado por el gran chef Joachim Koerper, aquí los productos de la
heredad y de cercanía son la base para conseguir una envidiable cocina de autor
que encantará al comensal.
Lógico, apreciando el
protagonismo que se da en estos fogones al producto autóctono, que la más famosa
guía de la gastronomía mundial se fijara estas cocinas otorgándole una estrella
de este color.
Quien les escribe disfrutó de un “jantar” magnífico, con una cocina de sabor, bien elaborada y un extraordinario producto. Todo ello, con el mejor acompañamiento posible para estas elaboraciones: los vinos de esta bodega.
El restaurante,
acristalado en una de sus partes, además de ofrecer gran luminosidad nos
recuerda en todo momento dónde estamos: en medio de la naturaleza.
En un entorno natural tan
idílico, como no podía ser de otra manera, las experiencias que se ofrecen (paseos
a caballo, recorridos por los viñedos, itinerarios por el campo en “moto 4”,
visita a los animales de la heredad, inmersión en el mundo de la apicultura,
catas guiadas de vinos, etc., etc.) están a la altura y al nivel del
lugar.
Un espacio donde encontrase a sí mismo, donde las palabras no son suficientes para englobar, apenas una parte, lo que supone alojarse en un lugar tan especial. Referencia y referente en el mundo del lujo rural.
Recordando el paso por
Herdade da Malhadinha Nova, uno se da cuenta que hay mucha belleza en esos
centenares de hectáreas, que hay mucha paz y tranquilidad en el hecho de dormir
en un lugar tan especial, que hay mucha felicidad al sentirse privilegiado de
estar allí y que hay un enorme sentimiento de placidez y despreocupación al
advertir la forma en la que el huésped es atendido.
El secreto de este éxito
se basa en la existencia de un magnífico equipo multidisciplinar atento a
cualquier detalle. Imposible no recomendarlo.
La conclusión es fácil: brindan
una experiencia “Relais & Châteaux” del más alto nivel con un aliado
tan especial como es el campo alentejano.
L'and Vineyards
El
nombre, que por sí mismo es una declaración de intenciones, ya nos anuncia la
importancia del vino para este cinco estrellas rodeado de viñas con una moderna
e impactante arquitectura, de líneas rectas y tonalidades blancas.
Ubicado
en el centro del Alentejo, apenas a una hora de Lisboa, descubrimos este “Relais
& Châteaux” que deja al huésped fascinado.
Un más que espectacular spa (con todo tipo de tratamientos corporales), una piscina interior acristalada, un precioso lago dentro del recinto del hotel y una coqueta piscina exterior van definiendo lo que nos vamos a encontrar.
Todo ello, junto
a una bodega que forma parte de este precioso entramado arquitectónico donde
advertiremos algunas obras de arte decorando paredes y estancias.
Diferentes
habitaciones y villas, separadas de edificio principal, conforman un armónico
complejo de lujo ciertamente espectacular donde su singularidad y personalidad son signos identificativos y diferenciadores.
Un cuidado jardín, entre los que se mezclan hileras de viñedos de diferentes “castas” (tipos de uvas) que parecen acabar a este precioso lago que tiene como fondo la silueta del castillo medieval de Montemor-o–Novo.
Y es que, no hay que olvidarlo, estamos en Land Vineyards (www.l-and.com) donde, por ejemplo, el croar de las ranas que viven en este preciso lago es el tranquilizante sonido que, al anochecer, nos acompaña camino de nuestras habitaciones (muchas de ellas con techo retráctil para poder ver la grandiosidad, desde nuestra cama, de un limpio y estrellado cielo alentejano). Sin duda, una experiencia única.
Siempre
se agradecen novedades y, en este caso, me gusta destacar que, mientras se
realizan las catas de vinos de esta bodega, nos ofrecen la posibilidad de crear
nuestro propio “blend”, con el tipo de uva y en las proporciones que más nos
gusten. Todo un detalle para llevarse a casa embotellando este “particular”
vino de autor.
Especial atención merece
su restaurante, “Mapa”, dirigido por el conocido chef David Jesus. Quien les
escribe tuvo la suerte de disfrutar su menú degustación: “Caminhos”. Toda una formidable
recreación de diferentes cocinas del mundo históricamente relacionados con la
época de los descubrimientos del país vecino o que fueron durante siglos
territorios portugueses (Mozambique, Japón, Goa, Brasil, norte de África,
India, reino de Siam, …).
En definitiva, viajamos
con el paladar, acompañados de los magníficos vinos que nos presentó su
sumiller Gonçalo Mendes en un entorno, como es el local del restaurante,
ciertamente sugerente en el que únicamente adelanto, por lo impactante a primera
vista, que su techo se encuentra decorado por infinidad de lámparas. Un
precioso entorno gastronómico en el que ha tenido mucho que ver el conocido diseñador Tom Dixon
Dos grandes alojamientos, dos grandes
propuestas y dos grandes proposiciones para alojarse con los más altos niveles
de calidad.
Se podrían enumerar muchas más
cosas en ambos (detalles de bienvenida y salida, impecable
servicio, atención personalizada, …..),
pero, además de que aún así sería insuficiente para englobar ambas experiencias, siempre es
aconsejable, en mi opinión, dejar que vuele esa capacidad de asombro ante lo
que vemos. Es bueno dejarnos sorprender ante lo nuevo e inesperado
Los dos, referencias más allá del
Alentejo y de Portugal. Excelencia en estado puro.
Si la palabra hospitalidad la
podemos definir como “la cualidad de acoger con amabilidad y generosidad al
huésped” en el Alentejo hay dos templos que lo practican a la perfección desde
hace años.