Pentecostés, concordia interior y de la humanidad
El día de Pentecostés, la Iglesia celebra el cumplimiento de la promesa que Cristo había hecho a los Apóstoles cuando resucitó: sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo» (Juan 20,22). Lo recibieron en ese momento, pero de algún modo también hubo una venida más “pública” del Espíritu Santo el día de Pentecostés de un modo solemne y con manifestaciones externas. Así culmina el misterio pascual.